Parece que realmente sólo hay un camino para asegurarnos que todos en nuestro equipo sobresalgan y destaquen.

Cuando estemos planeando las estrategias para trabajar con nuestro equipo intentemos un ejercicio: cambiar la palabra “equipos” por la palabra “personas”, es que las personas difieren uno del otro a veces de manera impredecible:

Algunas personas les gusta el reconocimiento por su buen desempeño en público y otras no les gusta para NADA verse frente a grupos humanos.

Algunas personas se enfocan en trabajos sólo por el dinero mientras que otras lo hacen por sentir que cumplen sus sueños.

A algunos les gustan las capacitaciones, a otras simplemente no.

El secreto para la dirección de personas es dirigirlas de la forma que a ELLOS les gusta en lugar de pensar en lo que al Jefe de Recursos Humanos le gusta.

La única forma de saber entonces cómo dirigirlas es PREGUNTÁNDOLES.

¿Cómo prefiere ser capacitado?

¿Cuál prefiere que sea su sistema de recompensa?

¿Qué tipo de capacitaciones NO le gusta?

Hay que escuchar (de verdad escuchar) y luego en la medida de lo posible adoptar los  hallazgos a las capacitaciones, compensaciones e incentivos para calzar las preferencias de las personas.

Es cierto que un compañero de trabajo con iniciativa no va a esperar para decirnos lo que funciona o no, es por eso que debemos estar atentos y tomar acción cuando se presente este caso. Sin embargo la mayoría de las personas no son tan audaces y por eso nos toca a nosotros averiguar  cómo obtener lo mejor de ellos.