#ElPerúQueQueremos

Campamento y nuevos caminos

Publicado: 2012-04-03

Sieeempre me gustó salir de campamento y varias veces me perdía en el camino. Unas, me equivocaba en la ruta y no tenía a quién preguntarle por dónde continuar así que caballero nomás a regresar hasta el último punto conocido ¡tres horas de caminata perdidas! Otras veces con mi mancha tuvimos que regresar después de la primera noche porque se nos acababan las latas de atún que supuestamente durarían tres días.  Pero esas eran las más suaves, otras veces peores la lluvia me sorprendía como ducha (sssrrrsshhhhhh!!!) y los truenos me sugerían “Hey ¡Acampa ahora mismo!”, cuando veía que ya era muy peligroso seguir avanzando les hacía caso y rápidamente armaba mi carpa, cubría mi refugio con un resistente y amplio plástico rojo (ese color convenía porque el rojo resalta entre la vegetación). Bien puesta mi carpa y yo dentro me cambiaba de ropa para no resfriarme, desde el chuyo hasta las medias bien sequitas, esperaba abrigado a que deje de llover y que ojalá no bajara un huayco que me regrese en una a mi casa. Ya no podía hacer mi fogata y mis diez kilos de leña bien gracias por el paseo. Al final todo salía bien, el cielo aclaraba en unas horas o a la mañana siguiente, debía seguir con la frase “un paso más es un paso menos”, me lo repetía como trabalenguas hasta llegar a mi catarata, laguna, bosque de piedras o punta del cerro que trazaba como meta. Gracias a Dios nunca salí herido, al menos no mucho, soy consciente que la vi cerca en más de una vez y me dije a mí mismo “si caía no la contaba”.

Salir de campa es para tomar nuevos caminos y que nada sea como lo esperas, sino mejor.


Escrito por

Diego Suárez Ramírez

Diego Suárez Ramírez. Economista, viajero y melómano.


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