Sí, los congresistas tienen un problema con las decisiones que toman, la forma cómo las toman y cómo las comunican. Así como los clientes son el foco principal de una empresa, la población debe serlo para el congreso. Si el mensaje que quieren transmitir los congresistas a sus “clientes” no llega de la mejor manera, no se escucha o nadie le prestan atención, definitivamente su marketing ha fallado.

Lo bueno es que nos dejan una lista de cosas que NO se deben hacer para que nuestra empresa tenga la misma imagen del congreso:

1. Poner como interés principal al dinero y justificar todas sus acciones acerca del dinero (a pesar que seguro muchos ya tienen una fortuna ganada).

2. Comprometerse con los asuntos importantes pero involucrarse y discutir (los pocos días que trabajan) sobre los triviales.

3. Siguiendo la misma línea, obsesionarse con las cosas urgentes y de corto plazo. Apagar “incendios” y pensar en el largo plazo como “algún día…”

4. Tomarse meses libres (que son pagados) y trabajar pocos días.

5. Culpar a la política, el sistema, la bancada opositora o los predecesores por el hecho de que no se es valiente y tampoco independiente.

6. Esquivar la oportunidad de mostrar la capacidad de desarrollar pensamiento independiente y de análisis. Repetir como loros los comentarios de su bancada.

7. Cuando se deba elegir entre salir en la televisión y estar trabajando duro elegir salir en la televisión

8. Cuando haya complicaciones, desaparece.

Identificar cuál es el mensaje que nuestro cliente quiere escuchar y decírselo de manera clara y convincente, es uno de los primeros pasos para crear una conexión con nuestros consumidores.